sábado, 13 de agosto de 2011

Encontramos al macho y hacemos un intento muy arriesgado por la tarde

A primera hora de la mañana, justo cuando amanecía hemos vuelto a ir a dónde volamos ayer.
Tras dar señuelo unos 10 minutos ha vuelto el macho al que le ha costado entrar al señuelo.
Confirmamos que ayer cuando se fué cazó y por tanto no volvió y esto empieza a ser preocupante. Tenemos que centrar más a los pájaros, sobre todo al macho.
Le hemos dejado comer algo en el señuelo y hemos recogido.
Por la tarde hemos vuelto a cazar con José Juan y un par de amigos más (Victor y Carlos). Y hemos cometido la imprudencia de volar también al macho, que algo había comido en el señuelo por la mañana.
Hemos buscado y encontrado un muy buen lance, pero una vez más tras hacerle una punta a la urraca que estaba encerrada en una retama los dos pájaros se han ido y lo hemos perdido. La hembra ha vuelto rápido y se ha posado en el coche. La urraca se había ido ya. Así que la hemos recogido en el puño y encaperuzado con una picadita.
El macho ha tardado mucho más en volver, tras unos 20-30 minutos dándole señuelo en un par de sitios, por fin a aparecido (una vez más la telemetría no nos ha ayudado nada, tenemos que solucionar este tema YA!) le he dejado comer un poco un el señuelo, al que le ha costado también entrar, significando de forma clara que tiene muy poca hambre.
Con la hembra hemos querido dar buena lección así que hemos decidido hacer un escape con una de las dos urracas precapturadas que llevábamos.
Hemos soltado la urraca primero esperando que se encerrara en una retama cercana y después a Pluma que una vez más ha salido tras ella, la ha encerrado pero luego se ha ido y se ha le ha echo un par de puntas a algo a unos 200 metros de dónde estábamos. Cuando ha vuelto hemos intentando sacarle la urraca pero con el movimiento ha salido una 'ralea' (eso si de más de 600 gramos de peso...) y se ha ido tras ella, no pensábamos que fuera capaz de alcanzarla pero de repente le ha recortado espacio muy rápido y la ha trabado llendose al suelo con ella (el lance a pesar de ser sobre una ralea, ha sido precioso y lo hemos podido ver perfecto recortados sobre el horizonte). Cuando han caído los dos al suelo hemos salido corriendo para ver si podíamos sacarle a su captura viva pero estaba bastante lejos y cuando hemos llegado la pájara tenía a su presa cogida fuerte por la cabeza y la había dejado tuerta y mal herida sin poder volar.
No podíamos premiar el que cazara otra cosa que no sea una urraca, así que tras darle una picada de lo que llevábamos en el guante hemos encaperuzado, para pensar que hacíamos.
Hemos dejado pasar un tiempo, que Carlos a aprovechado para darle la segunda sesión de stoops a su pájaro.
Después hemos hecho segundo escape igual que el primero y otra vez el mismo cantar de siempre. Ha encerrado bien a la primera pero luego se ha vuelto a ir y ha atacado a lago.
La urraca, que habíamos mermado para que esta vez no la fallara, había salido ya de su herida y al volver la pájara la ha visto y se ha ido a por ella en persecución de cola y ha termiando trabándola tras una carrera de 200 metros.
Así que nada la hemos dejado que se cebara bien y hemos solucionado la lección.
Necesitamos con urgencia centrar a los pájaros y para eso nos dicen que stoops y hambrearlos, aunque tenemos miedo a que pien aún más.

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