jueves, 11 de agosto de 2011

Un lance perfecto pero los pájaros lo hacen mal

Hoy, José Juan ha vuelto a sacar tiempo y hemos podido ir otra vez a cazar.
A pesar de que creía que los pájaros iban a estar gordos no estaban demasiado mal.
La prima en 738 igual que ayer.
El torzuelo en 545 7 gramos más bajos que el día anterior. (Aquí podéis ver el peso de los halcones)
Me extraña porque comieron bien y tranquilos, paloma y urraca. Tal vez fue porque luego los tuve casi 4 horas en el coche hasta que los lleve a casa y ahí se estresaron un poco y gastaron...
Localizamos rápidamente una urraca en un sitio inmejorable, en un gran sembrado, con 7 encinas muy pequeñas (ninguna superaba los 2 metros) separadas a una buena distancia entre 3 y 15 metros unas de otras. El perdedero muy localizado y a unos 150 metros en una sola dirección.
La única pega que hacía bastante calor.
Bueno soltamos desde el coche, desde bastante cerca (5-6 metros) de la urraca que estaba en una de las encinas la hembra que la vio primero salío de inmediato a por ella y el macho un poco detrás, persiguiendo a la urraca que había salido de su primera encina y se metía en otra.
Una vez encerrada le hicieron una o dos puntas, pero enseguida, antes de que nos diera ni tiempo a acercarnos un poco a la herida los pájaros se descentraron y se fuero lejos, uno detrás de una paloma creo y el otro 'a sus cabras'. Lo  que claro, aprovechó la urraca para irse al perdedero.
El paseo de los halcones debió durar unos 3-5 minutos, a base de llamar con el guante, dar carreras por el sembrado y usar el pito un par de veces, vimos por fin a uno acercarse.
En ese momento decidimos soltarle un escape, pero tampoco salió demasiado bien. Queríamos que se encerrara, así que soltamos desde una matita en dirección a otra pequeña encina que tenía a 3 metros con idea de que se encerrara allí, pero la urraca que yo creo que no había visto a los alcones, en vez de ir a encerrarse opto por salir huyendo por lo claro hacia el perdedero y allí el halcón que estaba viniendo, la hembra la 'enganchó' sin problemas.
Al instante apareció el macho que se posó al lado de la hembra y le tiramos el señuelo.
Como quedamos ayer les aseguramos atando al guante y metiendo una piedra dentro del guante y nos alejamos un poco para que comieran tranquilos, que así pían y cubren menos.
Total que teníamos un lance perfecto y los pájaros no han estado a la altura.
Lo positivo que han vuelto y que han matado una urraca allí dónde hemos soltado a ver si van quedándose con eso y se dejan de 'dar paseos'.
Creo que la crianza campestre controlada ha hecho que los pájaros sepan volver muy bien al sitio y siempre con el coche como referencia, pero como contramedida los ha  dispersado un poco y los pájaros tras el primer ataque se van por ahí, como han estado acostumbrados más de mes y medio, a investigar la zona.
A ver si con estas lecciones de caza se van quedando más cerquita y empiezan a fijar a la urraca en la herida y esperarnos a que se la saquemos.
Creo que también les vendrá bien lecciones de señuelo para centrarlos un poco.
Lo ideal sería que lo aprendieran rápido para poder matar estos días, que la urracas están mudadas y no vuelan casi nada, un par de ellas y así afianzarlos.

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