lunes, 8 de agosto de 2011

Hoy he querido matar a los dos halcones

Hoy ha sido uno de esos días duros que te quitan la afición.
He recibido un mail de Manolo Escribano que me decía que nos dejáramos de stoops y fuéramos ya a intentar cazar una y otra vez!
Pero un día más estaba yo sólo y me veo incapaz de conducir, llevar a los pájaros, buscar el lance, desencaperuzar, etc...
Así desoyendo un poco a Manonlo he vuelto a intentar lo mismo. Soltar los pájaro por separado, primero uno y luego otro, que se centren conmigo y me sigan y luego señuelo.
He empezado con la hembra que creía que me iba a dar menos problemas.
Estaba baja de peso, el día que más, con 739 gramos.
Pero no lo ha hecho nada bien.
Ha salido de mi puño y tras una pequeña vuelta se ha posado en el techo del coche.
Mi idea era esperar hasta que volara para llamarla al señuelo y no premiarla, pero venía un hombre con un perro y entonces he ido a por ella, la he cogido en el puño y ha salido a volar, pero otra vez sin centrarse, así que ante el miedo a que ser fuera por ahí a su aire, la he llamado y le he hecho unos cuantos stoops para que volara un poco más... que por cierto los ha hecho muy bien, se lo he dado en uno que ha hecho una muy buena punta y luego se ha tirado en picado, sacando los hombros (muy bonito... :-))
Pero ahí han empezado los problemas, sobre el señuelo piaba y cubría como una descosida, la he cogido al puño y la he 'atado' y nada que no quería comer, ha estado como 20-30 minutos piando y cubriendo histérica sin comer a penas. La he encaperuzado porque se hacía de noche y tenía que volar al otro pájaro, pero me ha dado reparo que pensara que le quitaba la comida y que cubriera aún más así que he vuelto a desencaperuzar intentando que se fijara en la comida, pero nada.
Hasta que en un momento ya si ha querido y ha comido con ansia la media urraca y el pollito que le llevaba...
Con el macho no ha ido mucho mejor. Según ha salido se ha ido a por un vencejo, y madre mía como vuela este pájaro!! por dos veces ha estado a punto de echarle mano en una de ellas lo he visto muy muy cerca... Y nada, en un momento que subía detrás del pajarillo le he llamado con el señuelo, y se ha tirado tan bien desde ahí arriba que se lo he dado directamente.
También le ha costado ponerse a comer, no tanto como a la hembra pero si un poco y también a piado y cubierto, eso sí cuando se ha puesto a comer ya ha recogido un poco las alas, así que ha sido un gusto verle comer un rato tranquilo y sin piar.
La anécdota del día es que mientras el macho comía, ya se había hecho totalmente de noche y una creo que lechuza, pero no se bien, una nocturna de tamaño medio, ha estado dándonos pasadas, una tan cerquita que he tenido que levantar la mano y gritar para espantarla por miedo de que le diere un 'neque' al peregrino ;-)
Bueno creo que lo que necesitamos es caza, caza, y caza, a ver si así se centra más la hembra y empiezan a aprender.

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